Después de tantos años esta es la primera vez que no sabría definir con claridad una escapada, dudo si fue un buen surfari o un buen safari.
Lo que comenzó siendo un viajecito de surf, terminó siendo una aventura entre animales.
El tiempo no ayudaba mucho, hacia un frío mas digno de Siberia que de España, pero eso no fue impedimento para ir en busca de unas olas.
Surfeé donde y cuando pude hasta que las condiciones se fastidiaron de todo y ya no había mucho mas que hacer a nivel deportivo.
Era momento de decidir, volver para casa o buscar una alternativa y aprovechar el día que aun nos quedaba libre.
Ya que estábamos en ruta, con comida suficiente, gasolina y teníamos la posibilidad de hacer literalmente lo que nos viniera en gana, pusimos rumbo a un lugar que yo no conocía hasta el momento, (esta es una de las ventajas de viajar con la casa a cuestas).
Llegamos metida la noche con una lluvia infernal así que sin mas: cena, peli y a dormir.
Al despertar ya fue otro tema, la lluvia por suerte dejó de cesar y el sitio en el que habíamos
pernoctado estaba a pocos metros de un precioso e inmenso lago; la cosa empezaba a pintar bien.
Durante las siguiente 8 horas disfruté como un crío, tuve a mi lado animales que solo había visto en documentales, otros incluso no sabia ni que existían, por lo cual, la experiencia fue verdaderamente gratificante.
En tan poco espacio y tiempo tuve la oportunidad de viajar visual y mentalmente por los 5 continentes y así conocer un poco mas sobre la fauna que en ellos habita.
Estoy poco acostumbrado a hacer este tipo de cosas, pero por suerte me di cuenta que hay vida mas allá del surf...
PD: NO ME ARREPIENTO DE LO QUE HICE, ME ARREPIENTO DE LO QUE NO HICE.