Estamos de vuelta.
Perdí ya la cuenta de las veces que estuve en Indonesia, lo que si sé con certeza es que cada vez que vuelvo a casa tras un nuevo viaje me doy cuenta de lo mucho que me gusta ese país.
Atrás se queda otra aventura cargada de olas, risas, amistad, descubrimientos, sorpresas y un largo etc.
Hay quien cree que después de conocer un lugar que te parece el paraíso, es mejor que no vuelvas para que lo siga siendo y que las segundas partes nunca son buenas, algo que yo podría discutir después de este surftrip...
Superar las expectativas del año pasado era tarea complicada porque había sido perfecto en todos los aspectos, pero ahora que ya he vuelto al frío, puedo decir con claridad que este lo supero con creces.
En cuanto al tema olas no sabría que decir, en el 2016 pillamos baños mucho mas grandes pero esta vez surfeé olas muy buenas todos los días y contando que no soy Garrett Macnamara para mi fue perfecto y mas que suficiente.
Que mas podría decir que no hubiera dicho ya de este lugar, la familia que nos acoge encantadora como siempre, la compañía otro 10, conocimos lugares y spots que nos quedaron pendientes el pasado año, vivimos momentos inolvidables y encima he vuelto con nuevas amistades con las que espero volver a coincidir en otra ocasión, así que no podría incluir ningún punto negativo a esta nueva experiencia.
Tampoco es nuevo que diga que durante la mayor parte de mi vida tuve la suerte de poder viajar por gran parte del mundo con mi bodyboard, con lo que eso conlleva, conocer gente maravillosa, surfear las que están consideradas como las mejores olas del planeta, ver sitios y paisajes grandiosos, etc, en cada uno de esos innumerables destinos siempre he recibido un trato impecable, incluso en muchos de ellos mejor de lo que me esperaba, algo por lo que me siento orgulloso y muy agradecido, pero aquí concretamente en este pequeño y apartado rinconcito situado en la isla con mas habitantes de la tierra es donde mas querido y cómodo me siento.
No sé lo que sucederá en el futuro, obvio, no soy adivino, me refiero a que antes planeaba cada movimiento que hacia con meses de antelación, hoy por hoy ya no, tras verle las orejas al lobo, vivo en el - aquí y ahora -, mis planes de futuro son las próximas 12 horas, por eso no se lo que pasará, pero si dios quiere, antes o después volveré a este : "MI PEQUEÑO PARAÍSO".
PD: Muchas gracias a los que contribuisteis para que este viaje fuera magnífico.
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